El aumento de los hoteles de bienestar

Con la cultura popular enfocándose cada vez más en la prevención de la salud y el estar en forma como estilo de vida, hay un incremento de la demanda en los hoteles que dan importancia al bienestar (más allá de los mimos). Palabras de moda como eco-lujo, libre de gluten, limpieza-purificación, desintoxicación, vitalidad y atención plena (mindfulness), son parte del diccionario del bienestar, convirtiéndose en un lugar común en la industria de la hospitalidad.

Más que nunca, los viajeros buscan hospedarse en una propiedad que no solamente les permita descansar, sino también recuperarse y revigorizarse. 

Dada la nueva modalidad de trabajo de estar siempre conectado, más personas están no sólo estresados, sino que están quemados (burn out). En esos preciosos días de descanso, el rejuvenecimiento importa. 

Los hoteles están lanzando programas saludables porque están tomando nota de estos hechos. Más aun digno de mención, es el hecho de que los turistas de bienestar, en promedio, gastan 130% más que los turistas regulares. Por lo tanto, la tendencia es buena para los clientes y buena para los negocios.

Estos movimientos hacia una alimentación y descanso más sanos, más atractivas y profundas prácticas de acondicionamiento físico, y el cuidado general por la salud del huésped, son nuevos para la industria hotelera. 

Debemos darnos cuenta de que los consumidores son más conscientes que nunca de la salud, y la oferta de la hospitalidad necesita reflejar esto.

Si la tendencia continúa, es de sospechar que un número creciente de hoteles se someterá a un ajuste en su estrategia de marca hacia el bienestar.

Esto incluye reconsiderar el diseño de las habitaciones y la cimentación en funciones de bienestar como la purificación del aire y el agua, ambientes hipoalergénicos, alta calidad en el descanso e iluminación que mejora la productividad, barras de jugo personalizadas, entre otros. Cambios como éstos son radicales y muchos, si no la mayoría, no tienen el espacio y, no menos importante, el presupuesto.

Sin embargo, hay formas y medios en cuanto a todo esto. Cada vez se puede poner más énfasis en la ejecución de estándares, una mejor y más consistente forma de brindar la experiencia de spa.

Debe dedicarse tiempo y atención para garantizar que el personal del spa y el menú de prestaciones cumplen con lo que busca el consumidor, algo particularmente crucial en un mundo con tantas alternativas.

Si los consumidores requieren escapismo, paz y soledad, las características de diseño y de servicios deberían tener esto en cuenta con tranquilos y más extensos tratamientos, como el yoga, el tai chi y masajes de relajación.

Algunos spas pueden incluso proporcionar actividades de autodescubrimiento para ayudar a los clientes a recargar tanto el espíritu como la mente. Estos incluyen terapias alternativas, el arte y la pintura, la cocina saludable o practicar la atención plena y meditación.

Una experiencia de spa es disfrutada regularmente en grupos, lo que ayuda a mejorar la ocupación del establecimiento. Y ya no debería ser este sector exclusivamente dirigido a las mujeres. Los hombres continúan creciendo como un segmento de consumidores de spa y se están permitiendo cuidarse y disfrutar cada vez más.

Los consumidores también están buscando ofertas con valor añadido, así como resultados, los que pueden incluir también descuentos en servicios. Por esta razón, tenemos que desarrollar formas creativas para magnetizar a los consumidores para que prueben el spa, y luego opten por regresar.

Con la manía de bienestar actual, convirtiéndose en que se busca como una prioridad un estilo de vida permanente, los spa se han convertido en un componente esencial para la experiencia en un hotel o resort de alto nivel. El bienestar es un mercado en crecimiento, ya no se trata sólo de una experiencia de spa.

Por Debrah Dhugga, directora general de Dukes London Hotel.