Hotelería sustentable: el nuevo lujo es de color verde

Así lo manifiesta Pablo Porolli, director del proyecto Palo Santo Hotel, primer “hotel urbano íntegramente sustentable” de la ciudad de Buenos Aires, que abrirá sus puertas en agosto en el barrio de Palermo.  Las dos fachadas del hotel estarán cubiertas por jardines verticales de 28 metros de altura, una fuente de agua de 18 metros caerá desde el sexto piso hacia el lobby, y el edificio contará con más de 800 plantas.

Existe una tendencia global hacia un turismo responsable, ecológico y en comunión con el medio ambiente y el destino. Los viajeros están dispuestos a pagar más por establecimientos y experiencias que ofrezcan calidad de vida y un ambiente eco amigable. Esta es la premisa de los desarrolladores del Proyecto Palo Santo Hotel, que comenzó a gestarse en el 2010 y hoy está a meses de ser abierto al público.

“La idea original era hacer un hotel de diseño en Palermo y estéticamente verde. Después nos volcamos por completo a la idea de que el edificio sea enteramente sustentable y amigable con el medio ambiente”, detalla Palo Porolli, director del proyecto que el año pasado ganó el premio al mejor proyecto hotelero sustentable en el concurso Hoteles + Verdes, en el marco de Hotelga 2013, en Buenos Aires.

Las dos fachadas del hotel estarán cubiertas por jardines verticales de 28 metros de altura, una fuente de agua de 18 metros caerá desde el sexto piso hacia el lobby, y el edificio contará con más de 800 plantas. “Es como tener una plaza en medio de la cuadra”, señala Porolli sobre los espacios verdes del hotel, que contarán con una gran variedad de plantas entre las que se encuentran jazmines azóricos, olea texanum, vincas, agapanthus y jacarandás.

El hotel, además, busca abarcar todas las áreas de la sustentabilidad y hacer acciones en cada rubro: ahorro de energía, empleo racional del agua, uso de materiales durables y certificados, maximización de aislaciones y minimización de las emisiones de dióxido de carbono.

“En el ámbito energético utilizamos iluminación leds, equipos de aire acondicionado VRV que hicimos traer especialmente de Japón, que consumen menos de la mitad que un equipo común, los ascensores con menor consumo del mercado, tarjetas en habitaciones, y sensores de movimiento”, detalla Porolli.

“En cuanto al ahorro del consumo de agua, queríamos reutilizar el agua de lluvia pero una normativa de la ciudad de Buenos Aires no lo permite, porque no puede haber fuentes de agua no potable. Entonces decidimos gestionar el agua de lluvia con medios de absorción que minimizan la carga al sistema pluvial de la ciudad. Por otro lado, utilizamos riego por goteo e inodoros eficientes con sistema de doble descarga”, agrega.

En la construcción se trabajó con materiales nobles y duraderos, como mármoles, porcelanato, hormigón y hierro. Las maderas están certificadas por FSC y se maximizaron las aislaciones de las habitaciones, con ventanas de vidrios dobles, contrapisos y paredes con aislación acústica y térmica. Los jardines verticales también funcionan como método de aislación.

Entre otras acciones, se ofrece a los huéspedes un sistema Borrow a Bike, para incentivar la movida sustentable, además de separar los residuos, y utilizar un sistema de racionalización de lavados, entre otras.

BENEFICIOS ECONÓMICOS E INCENTIVOS

 “Faltan incentivos para la construcción verde en el país”, señala Pablo, mientras nos compara con el vecino Uruguay, donde “hay descuentos impositivos importantes y significativos”. En febrero de 2013 se promulgó una ley en la Ciudad de Buenos Aires mediante la cual aquellos edificios que tengan “terrazas verdes” obtienen descuentos de hasta un 20% en el pago del ABL. Sin embargo, Pablo señala que aún no conoce a ningún edificio que tenga el beneficio, y que es un incentivo que no logra compensar la gran inversión que representa construir un edificio de estas características, que es entre “un 20 y un 30% mayor que la de un hotel normal”. Estiman que se han invertido alrededor de 14 millones de dólares en este proyecto.

Sin embargo, recibieron un impulso luego de ganar Hoteles + Verdes, el concurso que organiza la AHT cada año, con un premio de $15000. “No fue sólo el beneficio económico sino también el respaldo, saber que estamos haciendo algo que interesa y que el mercado está dispuesto a escuchar”.

Por otro lado, los beneficios directos de la construcción sustentable se verán mes a mes, donde se estima que el consumo de energía se va a reducir en un 60% comparado con un hotel que no tiene estas características. “Otro de los beneficios va a venir del lado del cliente, apuntamos a captar una nueva demanda. El turismo que más a la vanguardia está es el europeo y el norteamericano, que toma mucho en cuenta la huella de carbono que va dejando en sus viajes. También las empresas, que deben hacer reportes de responsabilidad social y se interesan por hoteles ecológicos en sus viajes corporativos”, agrega. “Creemos que a las empresas les estamos brindando una solución que antes no tenían”. El hotel contará con una sala de reuniones con capacidad para 20 personas y una terraza para 60.

EL PRIMER HOTEL URBANO SUSTENTABLE

“Por ahora vamos a ser el primer hotel integralmente sustentable, no encontramos otro que tenga este nivel de programa tan completo”, destaca Porolli, quien se muestra con buenas expectativas ante la apertura de Palo Santo Hotel, construido según los lineamientos de las normas LEED (Leadership in Energy & Environmental Design).

“Es un hotel de lujo, entendido de una manera moderna e inteligente, que ya no se destaca por el color dorado sino por el green y la sustentabilidad. Cuenta con mucho diseño moderno, donde todos los detalles están cuidados, con líneas puras, calidad en los materiales y una paleta de colores de grises y negros. Ofrecemos lujo a la nueva generación contemporánea que demanda otro tipo de hoteles, acorde a este nuevo siglo”.

Fuente: Host News